Hola de nuevo!
Hoy vengo para unirme al Reto Amistoso nº88 que este mes organiza "Las cosas de Tía Marta". Como ha sido hace poco el día del Libro ella nos propone este mes el tema "Personajes Literarios". La verdad es que se me había olvidado el reto (no me lo apunté como es debido) y se me ha echado un poco el tiempo encima. Pero lo bueno es que ya lo había pensado y sólo he tenido que llevar a cabo una de las ideas. Y como lo tenía tan pensado me he animado a hacer otro paso a paso que espero que os guste.
Pues mi participación para el reto son estos pendientes de libros. No son en sí un personaje, pero a ningún escritor se le conoce de mejor manera que por sus libros.
¿Qué os parecen? Pues vamos a ver cómo se hacen que son muy sencillos. Los materiales necesarios son:
- Gomaeva (blanca y del color que queramos la tapa)
- Pegamento (yo he usado loctite)
- Alambre
- Enganches de pendientes
- Rotulador negro de punta fina
- Palo de brocheta, herramientas cortaalambres y alicates de punta redonda, tijeras...
En realidad son ideales para aprovechar restos de gomaeva que os queden porque hace falta muy poquita, o los libros quedarían demasiado grandes. Comenzamos cortando dos tiras de gomaeva blanca, ambas de la misma anchura, que van a ser las hojas del libro. Luego cortamos dos rectángulos iguales que doblaremos a la mitad y pegaremos para hacer la parte interior del libro. Si queréis un libro fino con esto podéis pasar a la tapa, pero a mí me da mucha satisfacción cuando me acabo un tocho de libro que sea chulo, así que le pongo otra capa de gomaeva. Lo más fácil es pegar el pliego en la cinta que nos queda por un lado y cuando esté fija girar y pegarla por el otro lado, y luego se corta el sobrante.
Con esto acabamos la parte interior del libro y lo que tenemos que hacer ahora es preparar unos alambres para colocar entre las hojas y el lomo del libro y así poder colgarlo del ganchito de pendiente, porque es mejor eso que agujerear la gomaeva. Luego cortamos otras dos tiras de gomaeva del color que queramos las cubiertas, en mi caso azul que sabéis que me gusta mucho y además me sobró de cuando hice el fofuboli de pitufina. Lo ideal es cortar esta tira un poquito más ancha que la blanca, para hacer que las cubiertas sobresalgan un poquito alrededor del blanco, como en los libros de tapa dura. Luego envolvemos la parte blanca con la azul, colocando los alambres en la parte del lomo. Nuevamente lo mejor es pegar el pliego por un lado, luego pegar el alambre de manera que sobresalga un poco para poder colgar después, y luego acabar de pegar el resto de la tapa. Después se corta lo que sobra y con el palito de brocheta marcamos unas líneas a cada lado del lomo para simular la línea que queda en la parte en la que se abre el libro.
Ya tenemos los libros acabados y sólo hay que ponerles con un rotulador de punta fina el título deseado. Mejor escoged títulos cortos porque si no no caben... yo quería poner El Señor de los Anillos pero no me vi capaz de meter todo eso en esta portada tan pequeña, así que opté por El Hobbit y el Ocho que son dos libros que me han gustado mucho...
Y ya sólo queda colocar los ganchitos de pendiente y listo! Espero que os haya gustado y os animo a pasar por Las Cosas de Tía Marta a ver el resto de propuestas.